Health & Environmental Research Online (HERO)


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6341318 
Journal Article 
Diagnóstico de un síndrome hemorrágico en el niño 
Harroche, A; Rothschild, C 
2017 
52 
1-9 
En el niño, un síndrome hemorrágico puede manifestarse bajo diversos aspectos clínicos y tener etiologías muy variadas. Ante cualquier síndrome hemorrágico, es preciso identificar el tipo de hemorragia, valorar la gravedad de dicho síndrome, buscar elementos clínicos y biológicos que puedan orientar hacia una determinada etiología y descartar de entrada las etiologías más graves, que puedan comprometer el pronóstico vital. Mediante la anamnesis y la exploración física es posible determinar el tipo de hemorragia (cutaneomucosa, articular, muscular, etc.), el contexto en el que ha aparecido, el modo de inicio y la abundancia del sangrado. Las etiologías más graves deben descartarse lo antes posible, en particular el déficit grave de un factor de coagulación, la sospecha de maltrato, una hemopatía maligna o una púrpura fulminante, para adoptar la actitud terapéutica más adecuada. La presencia de otros signos clínicos asociados al síndrome hemorrágico facilita el diagnóstico (organomegalia, adenopatía, choque séptico), y las pruebas de laboratorio contribuyen a definirlo: búsqueda de una trombocitopenia mediante recuento de plaquetas, búsqueda de un déficit de un factor de coagulación (tiempo de Quick, tiempo parcial de tromboplastina activada, fibrinógeno), búsqueda de un déficit del factor de Von Willebrand, sospecha de una trombocitopatía (Platelet Function Analyzer [PFA-100], estudios de las funciones plaquetarias), determinación específica del factor XIII. El conjunto de estos elementos clínicos y biológicos permite establecer un diagnóstico y adoptar la actitud terapéutica más adecuada. 
Sintomatología hemorrágica; Organomegalia; Adenopatía; Síndrome febril; Déficit de un factor de coagulación; Maltrato; Hemopatía maligna; Púrpura fulminante; Trombocitopenia; Púrpura reumatoidea